jueves, 15 de febrero de 2007

SIMBIOSIS

Cuando me hablan de simbiosis evoco la imagen del símbolo que se le da a Piscis: dos pececitos juntitos que se enfrentan cabeza con cola. En Biología hay muchos ejemplos de simbiosis, de los cuales el más famoso es el de las rémoras con los condrictios. Uno se beneficia del otro y viceversa. ¿Por qué cuando hablamos de simbiosis emocional o psicológica nos parece tan malo?. Vale que una simbiosis te limita, no eres libre, dependes de otro... ¿pero no nos hemos parado a pensar que para alguna gente vivir así es vital?. Yo te calmo, tú me calmas, y así vivimos por los años de los años día tras día sin sufrir la pérdida. A veces vivir limitado compensa. Lo malo es cuando uno está incómodo y quiere romper la simbiosis: ahí empieza el cataclismo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí "me se viene" a la cabeza más el liquen que las rémoras, pero para gustos...

Es cierto lo que dices, pero el problema es cuando en vez de simbiosis es un claro caso de parasitismo radical.

APHICE dijo...

Bueno, en contra del parasitismo radical sí que estoy. Esto era sólo una oda a la simbiosis, que a veces la demonizamos pero que para mucha gente es un aro salvavidas.

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