sábado, 16 de agosto de 2008

MIRANDO AL MAR

Si supiera hacer dibujos animados, la escena de esta tarde serían edificios con vida, grandes, grises y de hormigón, con ojos de mosqueo y dientes en forma de sierra que se doblaban amenazantes sobre mi coche que rodaba por el asfalto negro de la M-30. Así es como he vivido las vistas de Madrid por la entrada de Méndez Álvaro, después de 500 kilómetros planificando nuevas aventuras de buceo para la temporada de otoño, con el olor de la brisa marina del anochecer que ya se va metiendo en la costa, con la sal en la piel...

Una vez contaba aquello de los libros que te saltan a las manos desde las estanterías de las librerías (está en alguna parte de este blog). Pues una vez se vino conmigo un libro que decía "Escríbelo y haz que se cumpla". Quizá si ahora lo escribo, puede que algún día, espero que más pronto que tarde, todo encaje y termine donde yo quiero. Porque yo no quiero vivir en Madrid, si ahora estoy aquí es porque hay muchas cosas que me atan o que dejo que me aten, pero espero que pronto pueda dejarñas de lado que no abandonarlas, porque hay mucho y muy rico por aquí, pero no soy yo cuando camino por el asfalto y sí soy yo cuando estoy mirando la masa marina de color azul, o verde según esté el viento, me hipnotizan las olas, me acaricia la arena, respiro el viento...

Algún día voy a vivir en la costa, en un pueblecito pequeño y poco turístico. Por ahora es La Herradura la que más papeletas tiene, por aquello del cariño, pero cualquier otro sitio precioso me vale. Y todos los días me levantaré con gusto por la mañana, al abrir la ventana veré el mar, por las tardes me sentaré en la terraza a ver anochecer como en los apartamentos cutres del Pope el verano del Info... No sé a qué me dedicaré, pero estaré rodeada de gente que me quiera, estaré tranquila, podré ser yo misma sin tener que ponerme la máscara para que me acepten porque si no me aceptan (aunque el grupo de turno no me interese lo más mínimo) me quedaré sola.
Todavía no sé dónde será pero quiero que sea en Andalucía, porque tengo sangre gaditana y me tira, parece una chorrada pero es cierto, en el sur me siento como en casa porque todos hablan con un acento familiar, cálido y acogedor, la gente se ríe, se reúne, comparte.

Voy a vivir en la costa en el sur. Que lo sepáis.

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