martes, 20 de febrero de 2007

IN MEMORIAM

Menudo estropicio es el tiempo cuando pasa. De repente escuchas una canción y te transportas a una época. Hoy la radio me juega la mala pasada de ponerme a Duncan Dhu seguida de Enrique Urquijo y revivo aquellos días en que trabajaba en el Hospital. Los días primaverales en los que sacábamos a las terneras a pastar en la alfalfa silvestre que crecía a las orillas de la M-30 (sí, nuestra vida era surrealista, ¿qué pasa?), tumbándonos panza arriba aquel verano viendo el eclipse de sol tapándonos los ojos con radiografías mal hechas... Lo mejor de todo, la etapa de robar muebles por toda la Facultad para amueblar los apartamentos en los que vivíamos. Ni siquiera dormíamos en ellos porque nos pasábamos la vida abajo con los animales. Y qué decir de aquellas barbacoas clandestinas en los patios interiores, y aquel día que me pinché al intentar arrancar una mata de estramonio y me dio reacción alérgica... Primer homenaje que va para Bárbara, para Elisa, para Luis, para Melissa, para Julia, para los internos, para Greta, para Morgana, para Catalina...
Segundo homenaje: voy en el coche y suena Tajabone, un telón de fondo para aquellos seis meses en los que estuvimos eligiendo instrumentos musicales, aplastando figuras de arcilla conflictuosas, creando a César, nadando en pintura verde. También pasó, como los postes de la luz cuando vas en coche mirando por la ventanilla. Se acabó, se acabó en Valdilecha. Todavía me pasa que una canción me evoca aquellos días de estar dándole al coco y buscando explicaciones. Os llevo conmigo a todos, a los 12.
Tercer homenaje: la quinta!!! Ya me sobré anoche con un mail kilométrico así que ahora os lo ahorro pero no quería dejar de mencionaros.
Cuarto homenaje: me da miedo escuchar las canciones de esta época tan reciente porque lloro con facilidad. Aquellas cervezas nocturnas en el bar del camping, escuchando las olas, vigilando la luz de fondeo del barco, riendo hasta reventar... aquellos varazos en la espalda, aquellos sustos, aquellas carcajadas, aquellas burlas a la Duquesa de Alba, los abracitos debajo del agua que no eran otra cosa que juntas tóricas reventadas... va por vosotros.
No sé por qué estos días todo me recuerda a momentos pasados. Vienen como flashes en mi pantalla interior, me recuerdan todo aquello que fue, me transportan a otros sitios, otras luces, otros olores, que no son los de ahora. No es que me enganche y me pierda lo que pasa alrededor hoy y aquí, pero es que lo que pasa hoy y aquí no me interesa.
Jua, qué bueno. Hace poco en mi primer taller de Voa (va como quinto homenaje aunque aún no sois pasado), imaginaron de mi caballos, imaginaron brisa marina, imaginaron barcos que viajaban lejos, imaginaron payasos... Quién sabe si dentro de un tiempo suena una canción y me acuerdo de hoy.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Te haces mayor, indudablemente.

Que bonito tener recuerdos así. No a todos nos pasa.

Besos nostálgicos.

APHICE dijo...

Crecemos casi sin darnos cuenta, como los niños. Y un día de repente vemos cómo ha cambiado todo, al comaparalo con el año pasado, con hace cinco años... Joder, a veces asusta

Anónimo dijo...

Y siempre creemos que estamos igual de jóvenes, sobre todo si nos comparamos con como veíamos a la gente que entonces era de nuestra edad actual.

Otros blogs a visitar