viernes, 10 de octubre de 2008

GRACIAS POR ELEGIRME

Ha sido divertido, incluso esa lucha entre el morlaco y la torera, porque aunque yo quiero mucho a Eric y es mi cuñado, no le perdono ese vociferio de "Odio a Sabina" que resonó en el tendido de sol esta noche. Sin embargo lo ha resarcido con esas ovaciones compartidas a RAMÓN y su guitarra. Creía que nadie más compartía conmigo esa devoción a ese Ramón tímido que quiere pasar desapercibido pero que cómo va a conseguirlo cuando puntea su guitarra, ¡por Dios!. Seguro que para él no somos más que uno más de "los sobrinos de María" que pegábamos voces en la piscina de Las Rozas cuando él estaba allí las tardes de verano con Begoña, y él es otro en nuestra colección de ídolos que desfilaban en la Movida de los 80 por casa de mis abuelos. O una noche de cangureo de mi prima abrías la puerta y aparecía Álvaro recogiendo un sobre. O te acompañaba a un concierto Javier. Y tú de veinteañera ibas de fan número uno a un concierto de Enrique y meses más tarde aparecías por el tanatorio a consolar a tus tíos mientras por todos los rincones había músicos rindiendo miles de homenajes con sus guitarras. Las Ventas a tope, no cabe ni un alma más y mientras Los Secretos tocan sus grandes éxitos uno tras otro y tú dudas entre echarte a llorar de la emoción y la nostalgia o ponerte a pegar botes (y optas por esto último), te dedicas a llamar por teléfono a tus tíos, iconos de la Movida, especialmente porque ha salido en el escenario Che Mari, y esperas el día en que se monte una Jam Session y puedas disfrutar en privado de la más absoluta genialidad de la música, aquello que fue tu pasión más secreta durante largas horas y que un día te truncaron para ser mujer de provecho. Lo que daría yo esta noche por haber estado, sólo un minuto, al lado de Álvaro Urquijo.

No hay comentarios:

Otros blogs a visitar