miércoles, 30 de julio de 2008

CORPORE SANO IN MENS SANA

Todos tenéis permiso para corregirme si me equivoco. Pero mientras me pateaba el camino, cuesta arriba, cuesta abajo, atravesaba aldeas de cuento que tenían cuatro casas. Si había suerte de que estuvieran habitadas, se veía que vivían como antaño. Y al pensar sobre el antaño y al ver que yo misma sólo estaba preocupada por cuestiones básicas como la comida, el cansancio y el camino, concluía lo siguiente. ¿Cuánta patología mental habría antes?. Me refiero a cuando los hombres dedicaban el día entero a cubrir sus necesidades básicas, de alimentación y de refugio. Ya sea cuando vivían en cuevas o cuando pasaron a aldeas de casas de piedra, no había tiempo durante el día a dedicarse a darle vueltas al coco de la manera tonta en la que lo hacemos hoy en día. No tenemos dificultades en encontrar comida, ni en cobijarnos, ni en conseguir luz eléctrica, pero a cambio esa parte mental en la que no ponemos energía se dedica a dar vueltas y vueltas. Quizá eso reduce la etiología de las patologías mentales a las carencias afectivas y al trauma (quitando la parte genética). Podemos tener traumas y falta de cariño desde nuestros ancestros, pero si tu vida depende de lo que consigas hoy para comer o de los enemigos de los que te puedas defender, no tienes tiempo para desarrollar enfermedades mentales.

2 comentarios:

Unknown dijo...

yo creo que ni siquiera traumas, donde no hay lugar mas que para vivr, lo demás importa poco.

Unknown dijo...

yo creo que ni siquiera traumas, donde no hay lugar mas que para vivr, lo demás importa poco.

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